jueves, 3 de marzo de 2016

Las encuestas serán determinantes

Cada vez parece más claro que la primera sesión de investidura para la presidencia del Gobierno, celebrada el pasado dos de marzo, así como la segunda, que se celebrará el próximo cuatro se marzo, no han sido nada más que puro teatro. La opción de un acuerdo de gobierno con el PSOE no acaba el 3 o el 5 de marzo, sino el 2 de mayo, fecha en la que se disolverían automáticamente las Cortes y se celebrarían nuevas elecciones.


Sigo convencido de que, finalmente, habrá gobierno, y que este gobierno será producto de un pacto de izquierdas entre PSOE, Podemos e IU. Pero, hasta entonces, toca una dura negociación en la que cada partido “juega” con un ojo puesto en las encuestas, que se vislumbran cruciales para nuestro futuro político inmediato. Si durante estos meses las encuestas otorgaran un claro sorpasso  de Podemos al PSOE podría ser que les interesara la celebración de nuevas elecciones. De no ser así, les interesa mantener la incertidumbre hasta el final.
 
Así que las encuestas serán determinantes para que se forme o no gobierno a corto plazo. ¿Y qué nos dicen esas encuestas? Pues de acuerdo con la agregación de sondeos realizada conforme a la trimedia mensual, cuya metodología puede consultarse aquí, de celebrarse nuevas elecciones durante el pasado mes de febrero, el PP habría perdido 1,6 puntos porcentuales en estimación de voto respecto al 20D, por 0,2 p.p. el PSOE, mientras que Ciudadanos habría incrementado su estimación de voto en 1,9 p.p. e IU en 0,3 p.p. Finalmente, Podemos mantendría los votos que recibió el 20D. Esos datos se muestran en la tabla adjunta.
Con esas estimaciones de voto, unas nuevas elecciones bien podrían acabar presentando un Congreso con una correlación de fuerzas similar a la actual, con más escaños para C’s en detrimento del PP, pero sin que ninguna suma de dos fuerzas (otra que la al parecer imposible del PP y PSOE) alcanzara una sólida mayoría para la investidura y el posterior gobierno.
Eso sí, pese a que podría parecer que el voto es estable para las distintas fuerzas, el análisis de su evolución mensual muestra que esa afirmación está lejos de la realidad, pues durante el mes de enero PP y Podemos eran fuerzas en ascenso, mientras que PSOE, C’s e IU caían en la estimación de voto, y esa situación se ha revertido completamente durante el mes de febrero, durante el cual parece que los electores han premiado a las fuerzas políticas más proclives a la negociación y el acuerdo, en detrimento de las más reacias. Si esas tendencias se mantendrán o no es difícil saberlo, y aún desconocemos cómo van a reaccionar los ciudadanos ante los debates de investidura fallidos en los que todos los focos se centran en la política.
Con las estimaciones de voto del mes de febrero el único partido que parece en condiciones de mejorar de forma significativa sus resultados es Ciudadanos, y el más perjudicado sería el PP, pues ambos partidos parecen experimentar una fluida transmisión del voto en un sentido u otro. Sin embargo, unas nuevas elecciones son una incógnita para todos los partidos, pues algunos experimentan incrementos y reducciones de tres puntos porcentuales en apenas un mes, por lo que nadie parece en condiciones de apostarlo todo a esa carta.
Así pues, los sondeos de marzo o abril serán fundamentales. Si el PP continúa perdiendo apoyos electorales podría replantearse su voto negativo al actual pacto PSOE-C’s. Lo mismo podría suceder con Podemos, al que además se le acumula la incertidumbre acerca de si podría repartir las exitosas confluencias, pues la valenciana parece que se ha roto y la catalana promete tensiones si Barcelona en Común mantiene su intención de crear un partido político propio. En el lado positivo de la balanza, de lograr una coalición electoral con IU-UP y captar el casi millón de votos de éstos, Podemos podría sobrepasar claramente al PSOE en intención de voto y beneficiarse de la vigente ley electoral. Así que estos aspectos estratégicos serán también fundamentales para la actitud que tome Podemos.
En cualquier caso, habrá que esperar y ver las tendencias y coaliciones electorales durante los dos próximos meses. De alcanzar un acuerdo será en el último momento, y siempre por intereses partidistas, que lo del interés general es algo (lamentablemente) muy secundario cuando está en juego alcanzar el poder.